El Tratado sobre magia blanca de Alice Bailey parte de una premisa sencilla: la magia existe, tanto la magia blanca como la magia negra, y para que la primera sea considerada como tal debe ser puesta al servicio de la humanidad. El Tratado sobre magia blanca de Alice Bailey parte de una premisa sencilla: la magia existe, tanto la magia blanca como la magia negra, y para que la primera sea considerada como tal debe ser puesta al servicio de la humanidad.